Columna de Elena Medel publicada el 8 de mayo en El Correo de Andalucía
La novelista Mari Pau Domínguez rechaza “la literatura femenina”. Es mujer, pero reniega “de eso” y cede sus tramas a los hombres. El abordaje de la historia con una mirada masculina aún pesa. No tengo muy claro qué es la literatura femenina —¿campaña comercial, gueto?—, y prefiero en todo caso etiquetas como la de literatura escrita por mujeres, más abierto y plural; pero a la vez creo que actitudes como las de Domínguez, que goza de atención mediática y la desaprovecha para romper tabúes, no ayudan, sino todo lo contrario.
Por fortuna, hoy crean otras mujeres con otra mentalidad: Teatro del Delirio, Silvia Nanclares, Marina Gallardo, Verónica Moreno; artistas que trabajan con palabras, imágenes o sonidos, y que se empeñan en hablar por quienes han callado antes. Todas ellas, y decenas de nombres más, participan —desde el pasado viernes 1 al próximo domingo 10— en la segunda edición de Ladyfest Sur: un encuentro de carácter feminista, abierto a mujeres y hombres, y que apuesta por la autogestión —sin ayudas públicas que valgan— y la interacción con otras demandas sociales. Consulten su programación (en el blog http://ladyfestsur.blogspot.com); les aseguro que el listón de calidad es más que elevado, y que actividades como la acción poética ¿objeto poético VS sujeto poético? —mañana a las 18.30 en el CSOA Fábrica de Sombreros— permitirán escuchar en Sevilla a lo mejorcito del panorama nacional.
Las actividades de Ladyfest Sur se desarrollan en bares, galerías de arte y librerías —La Araña y La Fuga—, pero gozarán de un escenario principal, privilegiado: el CSOA Fábrica de Sombreros. Se trata de un espacio libre, que reivindica lugares de interacción para los ciudadanos, y que necesita del apoyo popular —asistan a sus actividades, difúndanlas— para seguir en la brecha. Ladyfest Sur representa, sin duda, una oportunidad genial para reivindicar otras maneras de afrontar y contar el mundo, de no dar la espalda a “eso”, sino de admitir nuestra voz y circunstancias con orgullo.
(Elena Medel iba a venir a accionar poéticamente, pero como finalmente no ha podido ha participado desde su columna... ¡gracias lady!)
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